En los últimos 10 años, Sebastián Zuccardi ha tomado las riendas de los vinos de alta gama, llevando la bodega a nuevas alturas, tanto en términos de ubicación al enfocarse en los diferentes tercios del Valle de Uco, especialmente Paraje Altamira, como en calidad, posicionándose entre las más importantes y consistentes de Argentina.
En su búsqueda de la identidad del vino de montaña, llegó a San Pablo, con altitudes que varían entre los 1200 msnm y 1700 msnm, aprovechando la proximidad a la montaña, que se traduce en temperaturas probablemente las más frías de la región. Esta área está poblada por una rica flora nativa, incluyendo jarillas y tomillos, y se caracteriza por un paisaje de abundantes árboles y arroyos. Sus suelos aluviales, originados en el río Las Tunas, presentan una capa de gravas medianas cubiertas de calcáreo a aproximadamente un metro de profundidad.
Esta añada excepcional se destacó por ser fresca y seca, con temperaturas por debajo de la media y una gran amplitud térmica que favoreció una buena acidez natural, taninos con estructura y un punto de madurez óptimo en la fruta sin sobremadurar. La cosecha se realizó manualmente con una selección cuidadosa de racimos, y la fermentación se llevó a cabo con levaduras nativas en huevos de concreto.